Ellos tenían un animal único en el mundo el ¡pavo real! Pero... ¿Cómo iban a hacer para quitarle
sus colores? Después de cuarenta horas, Manuel dijo si gastamos todos nuestros ahorros para un viaje a Nueva York, nos pueden dar unas clases de exprimir los colores. Después de organizar todo se fueron para allá. Los expertos les dieron como 90 clases pero no lo entendían hasta que entendieron. Se volvieron y los exprimieron con alcohol y harina. Cuando vieron los colores quedaron encantados porque era la primera vez que veían esas tonalidades en su vida.
Finalmente pudieron hacer el cuadro y el pavo real siguió mostrando sus colores a todo el mundo.