Un día un grupo de osos polares fueron a el palacio del rey a reclamar que los pingüinos tenían todo. Claro que el rey no les presto atención. Al año siguiente hicieron lo mismo, un grupo de focas. Así durante los siguientes 9 años. Al siguiente año el rey se cansó y les sacó a los pingüinos su poder de correr y caminar.
Como los pingüinos eran muy buenos lo entendieron y se lo dieron a los osos polares que lo apreciaron mucho ya que les servía para cazar. Los osos no se lo dijeron a los pingüinos porque se los quitarian esta vez a ellos. A los pingüinos no les molesto que les sacaran su poder.